Pensando en tí
Qué tedioso el descubrir que me echas de menos y no poder decirte que lo sé. El sentir en este mismo instante que al igual que yo estoy pensando en ti, tú lo estás haciendo también al mismo tiempo, en otro lugar. Y que nada nos relacione, que nada nos una y nos lo comunique, solo el sentir. Qué tedioso el mirar esa calle oscura, dónde las farolas se preparan para trabajar y los caminantes nocturnos desean vagar bajo la sábana de estrellas, para llegar a ningún lugar, a ningún sueño, y pensarte con el vaivén de la brisa de madrugada que trae el verano y que tanto se aprecia. Pensarte, como te imaginé en ese mismo lugar hace unos años, como te quise hace unos meses en ese mismo lugar, como te odié hace unos días en ninguna parte. Tu luz que ocupa las farolas y las acompaña en la noche, se mete en mi retina y me cala por dentro, ojala entendiera lo que digo, ojala pudiese leer mis labios y hacerte saber que estoy aquí, de pie frente a mi ventana, únicamente, pensando en ti.
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